RECITAL DE BUEN TOREO EN LA MONUMENTAL DE ZACATECAS
No hay plazo que no se cumpla y la esperada actuación de la primera figura del toreo en España, Enrique Ponce, debuta en la Monumental de Zacatecas vestido de luces. Una espera que valió la pena ya que el diestro valenciano, dio un recital del buen toreo.
Sus alternantes, los hidrocálidos Arturo Macías y Juan Pablo Sánchez no se quedaron atrás, lidiando por las palmas del respetable.
Enrique Ponce Azul Purísima y Oro con su primer enemigo “Centurión” de 525 kg. Dando unas tandas de Verónicas que parecía que se las pegaba en cámara lenta, la plaza se unió en un solo grito ¡OLEEE! Largos, muy largos oles por parte del respetable. Con la muleta, largos naturales, disfrutando lo que hacía y contagiándolo al público que en silencio apreciaba al torero valenciano, ni el ruido de una mosca se escuchaba, la gente realmente estaba metida en la faena. Pocas veces visto en la Monumental. A la hora de ejecutar la suerte suprema, un espadazo caído y tendido, lo que desafortunadamente le resto las orejas y el de Valencia España lo reconoció y lo lamento.
Con su segundo de nombre “Soñador”. Repitió la cátedra del buen quehacer taurino, sacando a base del quehacer taurino sendos capotazos. Jaleados por el público. Con la muleta, largos e interminables naturales sacando el pecho, toreando soñado, cambiándose la muleta a la diestra, toreando en redondo, ejecutando las “poncianas” muletazos de su creación, las que arrancaron ovaciones. Pena de Ponce que tubo que recurrir al descabello, y otra vez se fueron las peludas.
Arturo Macías. Azul Marino y Oro. Con su primer enemigo de la tarde de nombre “Rompe nubes”, con 488 Kg. En los lomos. Un burel un tanto distraído a lo que Macías a base de arrimarse y de insistencia torera logro arrancarle derechazos limpios, lentos y suaves. No se dejo amedrentar por el diestro valenciano. Enfrascándose por el pitón derecho, despatarrado pegándole largos derechazos a un toro descastado y que había que estar encima del él. Fallando con la espada. Un tropezón y fue arrollado por su enemigo. No paso a mayores.
Con su segundo. Lo peor del encierro. Macías lo recibió con cuatro cambiadas de rodillas, obvio que el respetable le reconoció. Brindando a su colega Enrique Ponce.
Ya con la muleta intento hacer el péndulo. Azafrán no asistió al embate por lo que el espada recurrió a citarlo de rodillas en el medio del ruedo, lo que puso en serios apuros a Macías. Y otra vez a intentar gustar a la gente, por lo que sudo la gota gorda ante su enemigo que regateaba las embestidas y con malas ideas. A un así Macías logro arrancarle algunos muletazos llenos de calidad. Fallando con el acero y teniendo que recurrir al descabello.
Juan Pablo Sánchez. Un joven hidrocálido con todas las ganas de salir avante en esta difícil profesión y que cada tarde se ha entregado en cuerpo y alma a ser torero, apuntando por su edad y su entrega a figura del toreo en México.
Siendo el máximo triunfador de la tarde al desorejar a su primero de nombre “Artesano” de 489 Kg. Tanda de Verónicas rematándolo con la media. Con la muleta dándole una serie de doblones con la muleta bien puesta en la diestra, ¡enormes y con una calidad torera! Los oles no se hicieron del rogar. Serie de derechazos virtuosos, templados y sentidos, jalando del toro, toreando en redondo, enredándose con su enemigo en la cintura. A pesar de colocar un espadazo algo trasera y caída, pero con efectos fulminantes. Una oreja, a petición del público la segunda. Con su segundo de nombre “Vencedor” de 492 kg. Devuelto a los corrales por una pata acalambrada. El de reserva en iguales condiciones. Muletazos templados y calados. No se podía hacer mucho con el burel.