
El Ibérico, José Garrido, ¡Enorme!
Zacatecas.- Una de las mejores entradas a la Monumental de Zacatecas, donde por tercera ocasión hubo derroche de valentía por parte de las espadas que se presentaron esta tarde, y algo de poca bravura de la materia prima: El Toro bravo.
La afición asistió con ganas de ver al Torero de la tierra, Antonio Romero.
Voluntariosos y valientes muletazos, sobre todo por naturales, enormes derechazo arrancando los oles en los tendidos. En su segundo de nombre prometedor y 530 kilos, se descuadro de los cuartos traseros después del asistir al picador. El respetable lo rechazo, Romero abrevió y el morlaco volvió a caer. Mala suerte para Romero.
La empresa Zacatecas Tierra de Toros, obsequio un toro para Romero el cual el Espada, poco a poco lo fue metiendo en cintura. Un poco desconfiado el Matador Zacatecano al inicio, pero pudo más su afición y las ganas de continuar en este dificilísimo camino, que termino por entregarse.
Diego Silveti con libertador y 482 kilos de músculo, Excelente por Verónicas, quite en los medios. Silveti se dio gusto toreando con la pañosa; pena que fallo al entrar a matar… tres pinchazos, al final, espadazo trasero y tendido, dos veces con el descabello, adiós oreja.
Con su segundo de nombre Renovado con 534 kilos, igual que el anterior, de Begoña. Bien con el capote, quite en los medios con el capote en la espalda.
Renovado, echó mano de Silveti echándoselo a los lomos. Solo fuerte golpe en la zona blanda que el aire le saco.
El de España José Garrido, dispuesto a lidiar más fechas en México.
Con la muleta naturales templaditos y bien llevado, largos oles… Las zapatillas bien clavadas en la arena, bordando el toreo.
Rematando por manoletinas. Espadazo hasta los Gavilanes. Una oreja.
Con el segundo de su lote, evolución, 530 kilos. Faroles de rodillas, llevándolo a los medios con el capote y rematando con la media… Bien el ibérico.
Mucha habilidad y recursos para redondear su faena, cayó de pie en la Monumental. Qué pena que pincho a la hora suprema.
Fermín Rivera con Generalísimo y con 520 kilos de peso. Rivera con ganas de torear y de agradar en la Monumental de Zacatecas, y a un más con la presión que ya traían los espadas que el ibérico les metió.
Rivera metió en cintura a sus enemigos, destellos de calidad torera y voluntad.







