Zacatecas ya cuenta con 40 Agentes del Ministerio Público (AMP) profesionalizados en materia de trata de personas y feminicidio, lo que permitirá realizar investigaciones y consignaciones en casos de violencia contra las mujeres.

La Secretaria de las Mujeres, Angélica Náñez Rodríguez, así lo confirmó durante la clausura del Diplomado en Trata de Personas y Feminicidio, en el que, durante mes y medio, participaron las y los AMP zacatecanos.

La capacitación fue llevada a cabo por la SEMUJER, en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas (PJGE).

Tras felicitar al grupo de AMP que durante 110 horas asistieron al diplomado, Náñez Rodríguez destacó la voluntad del Procurador de Justicia, Arturo Nahle García, para realizar la capacitación.

Con esta acción, las y los Misterios Públicos en el estado fueron actualizados en el marco jurídico estatal, nacional e internacional en materia de trata de personas y feminicidios, lo que les permitirá aplicar la legislación recientemente modificada.

Ante la representante del PNUD y coordinadora del proyecto, Nora García Jiménez, el primer fiscal de Zacatecas expresó su voluntad para que esta capacitación sea extendida a la Policía Ministerial y área de periciales de la PGJE.

“Es necesario que el personal se mantenga actualizado para que ningún delito quede impune y sea castigado”, acotó Nahle García, quien también recordó que el Congreso de la Unión actualizó la legislación y deben estar a la par de la misma.

Por su parte, la Directora del Centro de Justicia para Mujeres, Mara Muñoz, subrayó la suma de esfuerzos de la SEMUJER con la PGJE para garantizar una procuración de justicia con equidad de género para las zacatecanas.

Cabe destacar que en el delito de trata de personas las modalidades más comunes en la entidad son: laboral, sexual e incitación a la mendicidad. En cuanto al feminicidio, significa privar de la vida a una mujer por el hecho de serlo o por razones de odio hacia el género.