El Secretario General de Gobierno Francisco Escobedo Villegas, expuso que para la celebración del Centenario de la Toma de Zacatecas se ha reforzado el trabajo de las fuerzas estatales y federales, informó que el estado y lugares de los festejos estarán blindados, serán 2 mil 500 elementos del ejercito mexicano quienes lo harán efectivo. 

El secretario de Gobierno se dijo conocedor de la convocatoria de varios movimientos sociales, para marchar el próximo 23 de junio, donde se tienen contabilizados cerca de 20 mil docentes y ciudadanos.

En el mismo contexto, exhortó a los inconformes a tener sensibilidad, prudencia y responsabilidad  y no realizar tales manifestaciones; que solo buscan desequilibrar y evidenciar al Gobierno.

“Finalmente sí deciden hacerlo, ellos estarán bajo su propio riesgo”, destacó Francisco  Escobedo.

“El Estado Mayor tendrá blindada la ciudad, es un asunto prioritario donde el Gobierno Federal esta organizando un esfuerzo importante; para grandes actividades públicas, militares y culturales” aseveró.

Escobedo Villegas, no descartó el uso de la fuerza publica, “me parece necesario generar condiciones para que los zacatecanos disfruten de los eventos”. 

Al ser cuestionado si el derecho de manifestarse será reprimido, el funcionario aludió que  nunca se ha reprimido.

Dijo que se tendrá toda la disposición de las corporaciones policiacas del Estado, para resguardar la capital Zacatecana y el resto de la entidad.

A lo anterior, notificó que el personal de las cinco Unidades Regionales de Seguridad  (UNIRSE) y de otros servicios continuarán laborando normalmente, “no se descuidara al resto del estado; pero se dará prioridad a la zona conurbada y todo lo que tenga que ver con los festejos”.

El día 23 estará bloqueado el boulevard por el desfile militar, mismo que se realizará a las 8 y media de la mañana, a lo que expuso que se buscarán vías alternas para que todos los ciudadanos tengan acceso al evento.

El secretario de Gobierno, finalmente comentó que el objetivo del Estado es realizar un homenaje a extraordinario hecho histórico, donde los zacatecanos y visitantes tienen total derecho de disfrutar sin ningún disturbio.