La tercera corrida de la temporada nuevamente deja mucho que desear, tal vez ha sido tan cierto nuestro encabezado, -pero- no se ve mucho interés por parte de la afición que años anteriores abarrotaba la Monumental de Zacatecas.

La empresa “Tierra de Toros” encabezada por Don Juan Enríquez, ha echado toda la afición al ruedo, desafortunadamente los toros han dejado demasiado que desear, a excepción de uno que otro.

La tarde de hoy, no fue la excepción, hubo voluntad por parte de los toreros; por los toros todo lo contrario.

Vimos a un jerónimo vestido elegantemente de Azul Rey y oro, con su primer burel de la ganadería de Pilar de Labastida, un toro reservón y distraído, Jerónimo con la voluntad de agradar ante un enemigo que poco puso de su parte. El Matador jugándosela en serio en el ruedo. Poco, muy poco le saco al de Pilar.

Ya con su segundo las cosas cambiaron 180 grados con “Pildodoro” de la Ganadería  de Cerro viejo, un toro emorrillado, bien puesto de pitones, con el capote dio hasta dos vueltas de campana de tanto que humillaba, Jerónimo se dio gusto toreando muy lento, casi, casi como si estuviera entrenando arrancando los oles en los tendidos, contagiando al respetable de ese sentimiento torero que el espada puso en la diestra. Pegando un espadazo hasta la empuñadura un tanto trasero y desprendido,  pero suficiente para que el juez de plaza otorgara una oreja.

Arturo Macías “el cejas”. El máximo triunfador del serial 2013. Punto y aparte, se le dejo escuchar en una entrevista, el presente esta en los corrales. Dijo el Matador Hidrocálido haciendo alusión a lo que le esperaba hoy. Verde botella y Oro, fue el color de su  terno. Con “Campanero” de Cerro Viejo y 482 kilos en los lomos. Macías con una larga cambiada de rodillas, alternado con un variado quite que la gente le jaleo. Una vez con la pañosa y a mitad del ruedo, puso los nervios de punto con un par de cambiados por la espalada. Macías estático como una roca, le arranco sendos derechazos al de Cerro Viejo. A la hora de tirarse a Matar, tres cuartos de espada, suficiente para que doblara. Con su segundo, ni que hablar, solo para mencionar que el toro de nombre “Quinta generación”, parecía estar tocado de la vista, quedándose a la mitad de las fieras embestidas que le pegaba a los banderilleros, un animal demasiado peligroso al que Macías trato de meterlo en la muleta, un toro infumable. Pinchazo hondo, recurriendo al descabello. Las de Caín para Macías.

José Sotelo. Joven espada michoacano, poco se le ve torear, dejando buen sabor de boca en la Monumental con su presentación en este coso, con mucho valor, deseando alcanzar un sitio en la baraja taurina del País. Con “Don Lupe”, de Cerro viejo, discretas Verónicas, un poco incierto con la pañoza, algunos muletazos con calidad. A la hora de la verdad echando el pecho por delante, mojándose la mano. Nada para el michoacano; tal vez por la escasa bravura de “Don Lupe”.  Con su segundo de nombre “Charro”,  las cosas cambiaron un poco, es cierto que se ve que Sotelo ha toreado poco, pero la voluntad ahí está. Ya con su segundo enemigo, un toro que embestía más que su primero, demostró calidad con la diestra y por naturales. Sotelo por lo pronto demostró cómo se entra a matar, con el pecho por delante. Una oreja le corto a charro.