Durante la temporada de fin de año, la población que sufre de depresión tiene mayor riesgo de recaídas, debido a que le afecta no haber cumplido sus propósitos o recuerdan algún evento doloroso, como la muerte de un ser querido.

Por esta razón, es necesario que el o la paciente mantenga su tratamiento con el médico especialista; de lo contrario, los síntomas pueden empeorar y afectar más su vida y de quienes le rodean.

Víctor Manuel Aguilar Soria, director del Hospital de Salud Mental de los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ), señaló que durante esta temporada es muy común que la población sienta nostalgia y tristeza; luego lo supera y vuelve a sus actividades normales.

No obstante —agregó—, si ese estado pasajero de tristeza se prolonga o sus síntomas se agravan e impiden el desarrollo adecuado de la vida cotidiana, se puede convertir en un trastorno depresivo.

La situación se presenta más en personas que padecieron depresión en la infancia o adolescencia, pues quedan vulnerables ante la vida adulta, con menos amistades, menos redes de apoyo, mayor estrés y menor alcance educacional, ocupacional y económico.

Los síntomas comunes incluyen estado de ánimo triste, ansioso o vacío persistente, hasta pensamientos de muerte o suicidio, acompañados de desesperanza, pesimismo, culpa, desamparo, pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades.

Agregó el funcionario que la depresión severa es más común entre los 15 y 30 años, pero puede presentarse a cualquier edad, incluso en niños y ancianos; pero existen muchos tratamientos médicos para su control.

El Director del Hospital de Salud Mental de los SSZ hizo extensiva la recomendación a la ciudadanía respecto a fijarse metas realistas y no asumir una cantidad excesiva de responsabilidades.

Asimismo, recomendó establecer prioridades, estar acompañados, participar en actividades recreativas, hacer ejercicio liviano, no tomar decisiones importantes hasta que la depresión mejore y aceptar la ayuda de familiares y amigos.