Ante una plaza con una entrada un tanto aceptable se llevo a cabo la segunda novillada de la temporada, teniendo como alternantes a tres jóvenes en busca de un lugar en esta difícil profesión.

Con novillos toros de Santa Fe del Campo los que mostraron bravura y nobleza al embestir a los jóvenes diestros.

Diego Emilio mostro buenas hechuras y desarrollando el toreo con el a,b y c, templadito y con fino toreo, muy valiente, en su segundo, con las zapatillas bien clavadas en la arena realizo con la muleta “estatuarios” sin moverse, solo para acomodarse ante las embestidas de “Zapatito” de 410 kilos en los lomos.

Posterior pego una tanda de “Bernardinas” con su enemigo ceñidísimo a la cintura que la sangre de “zapatito” le mancho el vestido.

Un espadazo en buen sitio, desafortunadamente el novillo se le amorcillo, teniendo que recurrir al descabello.

Otro Hidrocálido Javier Castro, con muchas ganas de ocupar un sitio en la tauromaquia, tratando de agradarle al respetable, esperando a su enemigo de hinojos “jamaiquino” de nombre, para realizarle una tanda de faroles los que la gente le reconoció, se le nota a el muchacho que ha toreado poco pero con mucha voluntad se acerca a los pitones.

En su segundo de nombre “bodeguero” con 367 kilos le pega un arrimón que lo levanta por los aires por fortuna quedando ahí todo. Volviendo a tomar los avíos se mete de lleno en las embestidas de su segundo.

Juan Pablo Llaguno de la dinastía Llaguno. Un joven diestro que quiso el destino naciera en Querétaro, pero considerándose zacatecano por descendencia, el que ha mostrado avances en su toreo, muy limpio a la hora de hilar los capotazos y muletazos, tendiendo conocimiento previo de cómo hacer las cosas delante de sus enemigos, propinando derechazos limpios, templados y muy largos, sobre todo con su segundo de nombre “minero” de 380 kilos.

Tandas de chicuelinas, rematando con una media, en fin realizando el a,b y también c del toreo. Buen futuro le depara a este jovencito.