Por Salvador del Hoyo B.

Nunca, cómo hoy, la Legislatura del Estado se había convertido en un lugar donde predominan espectáculos bochornosos (circo, dicen algunos), cómo el de la comparecencia de la Secretaria de Educación, Maribel Villalpando Haro.

Predominaron los gritos, la defensa de la funcionaría en turno (que sí acudió y no hubo condiciones); de la oposición que señaló que la secretaria no acudió y que tal vez haya juicio político. Un verdadero show.

Usualmente las fuerzas al interior del recinto legislativo, son dos pero, en esta ocasión la fracción oficial está fragmentada, cuando menos, en dos grupos.

No hay que generalizar en la actuación de los diputados locales. Hay sus excepciones. No todos han llegado ahí para ganar poder y dinero, por supuesto, aunque sí son los más, lamentablemente.
Cada vez que llegan nuevos legisladores y muestran el «cobre» los señalamos cómo integrantes de una mala legislatura pero, en esta ocasión, han dejado a un lado la productividad legislativa. Ha sido un año perdido. Insistimos, no todos. Ellos mismos lo han reconocido. La peor, hasta el momento.

Hoy, más que nunca, todos estamos obligados a reflexionar nuestros votos para la próxima contienda electoral. No debemos dejarnos llevar por falsas promesas, incapacidad y nula trayectoria de candidatos. Zacatecas ya no debe permitir que llegué cualquier persona, solo por falsas promesas y, por supuesto, utilizar diversas artimañas (despensas, programas sociales, acarreo, etc) para ganar.

Yo he estado dentro del Congreso del Estado, trabajando, y me di cuenta de tantas cosas que dejan de hacerse para ayudar a los ciudadanos. Quienes tienen buenas intenciones de responder a sus electores (porque los hay), son aplastados por la mayoría.

En ocasiones, algunos diputados no son informados de los acuerdos que son concretados en las comisiones más fuertes. Son acuerdos cupulares (cómo se hace en los partidos políticos)
El trabajo legislativo, lamentablemente, ha sido relegado a un segundo término. Los escándalos son los que dan la nota en todos los medios de comunicación y lo poco que proponen en tribuna no llama la atención.

Bastante deplorable el «trabajo legislativo».