Por Salvador del Hoyo Bramasco

Estamos a poco más de 2 semanas para que concluyan las campañas electorales y el próximo domingo, 2 de junio, acudiremos a votar para la elección presidencial, 8 gubernaturas, el Congreso de la Unión, los 32 congresos locales y presidencias municipales, entre otros.

Serán las elecciones más importantes de la historia, con 100 millones de votantes, con el derecho y la obligación de acudir a depositar sus votos en las urnas

Dentro de las campañas que realizan todos los candidatos de coaliciones, partidos políticos federales y locales, vemos lo mismo de siempre: mítines donde se congregan grupos de personas para escucharlos; toque de puertas; muchos abrazos y mucho acercamiento con la gente (como siempre).

Hemos escuchado y visto cómo algunos candidatos prometen tanto (muchas de esas promesas, difíciles de cumplir), que representan compromisos muy altos y, a la hora de ganar, no los cumplen.

Los ciudadanos deben exigirles a los candidatos cumplir todos los compromisos, porque hasta el momento y con otra nueva expresión política, estos compromisos no se han cumplido y millones de mexicanos se han desencantado y decepcionado.

Faltan 20 días para que concluyan las campañas y no hemos visto propuestas reales, y muy pocos compromisos básicos. ¿Qué les piden los ciudadanos a los candidatos?: Que regresen a visitarlos luego de ganar; si son diputados, que los reciban cuando ellos vayan a buscarlos a sus oficinas en el Congreso del Estado y que los alcaldes, también abran las puertas de sus oficinas

Es mucho lo que se promete y poco lo que les resuelven, acusan algunos ciudadanos. Es por eso que, hoy más que nunca, deben razonar su voto.

El futuro de nuestro país está en juego. Debemos analizar, profundamente, a los candidatos. Su trayectoria y sus resultados. Verificar si son confiables. Las dádivas son otra mala costumbre que no deben influenciar en la definición del voto.

Ya estamos en la recta final de las campañas. Salgamos todos a votar el próximo 2 de junio.