Por Salvador del Hoyo Bramasco
El caso de la madre buscadora, Virginia de la Cruz, quien acudió al Congreso del Estado y manifestarse contra las autoridades por la falta de atención y mal trabajo en la localización de su hijo, logró que dos directivos del Instituto Zacatecano de Ciencias Forenses de la FGJEZ, fueran dados de baja.
Muy sentidas y desgarradoras las palabras de Doña Virginia de la Cruz, acusando falta de atención, de resultados, de seriedad y profesionalismo. Durante ocho meses el cuerpo de su hijo estuvo en las instalaciones del IZCF; él desapareció en noviembre del 2023.
Acusó que, desde un principio, acudió a la institución. Allí tenían todos sus datos, incluso muestras de ADN y nunca le confirmaron la presencia del cuerpo de su hijo. La verdad, un grave error.
La nota de la señora Virginia se viralizó a nivel nacional e internacional, situación que puso al descubierto la falta de profesionalismo y, también hay que decirlo, de personal, de recursos, de equipo y de muchas cosas más en la Fiscalía de Justicia del Zacatecas.
La crisis que vivió el año pasado la fiscalía (cuando los trabajadores hicieron un paro de labores) dejó muy claro que esta institución de procuración de justicia no tiene los recursos suficientes para operar, de acuerdo a las condiciones actuales.
Las medidas de austeridad, implementadas al presupuesto de instituciones (cómo sucedió, también al poder judicial), han provocado que no se tenga los suficientes recursos económicos para trabajar y entregar resultados a la sociedad.
El caso de la señora Virginia de la Cruz es muy lamentable. Una madre que pierde a un hijo -de la manera que le sucedió-, no debe ocurrir jamás. La gente sigue desapareciendo y muchos de ellos ya no regresan con sus familias.
Las autoridades (de todos los niveles) deben poner más atención a este serio problema de inseguridad y mejorar las estrategias. El gobierno federal no pudo resolver este grave problema de inseguridad. Está por terminar el sexenio y no hay buenas noticias.
A nivel local se están haciendo esfuerzos, hay que reconocerlo, pero falta mucho más.