Por Salvador del Hoyo B.

El debate de los candidatos y candidatas a la gubernatura del Estado, al final de cuentas trascendió por la cantidad de aspirantes, el poco tiempo que tuvieron para comunicar sus propuestas… Y los ataques entre ellos.

Este ejercicio democrático (posiblemente el único debate) pasará a la historia no por sus propuestas, ni contraste de ideas. Lo relevante, histórico e inédito fue la presencia de ¡nueve candidatos!

Otro dato interesante. Por primera vez en la historia, seis mujeres buscan ser gobernadoras y tres hombres (entre ellos, el puntero en las encuestas, David Monreal); los otros, Flavio Campos, de PAZ para Desarrollar Zacatecas y Javier Valadez, del Partido del Pueblo.

Las representantes femeninas fueron: Claudia Anaya Mota (Va por Zacatecas), Ana María Romo Fonseca (MC), Lupita Medina Padilla (PES), Fernanda Salomé Perera (RSP), Miriam García Zamora (Fuerza por México) y Bibiana Lizardo (Movimiento Dignidad).

El debate, ya en forma, quedó mucho a deber. Fueron tres horas de pocas propuestas, ataques y contraataques. Y, a diferencia de lo que pensábamos, Claudia Anaya fue la más confrontada, por David Monreal y Miriam García. Eso sí, sin fundamentos todos los señalamientos que ahí se presentaron.
El formato de este debate no ayudó, absolutamente nada. Los candidatos sólo tuvieron un minuto, y minuto y medio para sus exposiciones.
De Claudia Anaya se esperaba más, pero el poco tiempo que tenía lo aprovechaba para responder a las preguntas de los moderadores, y para responder los cuestionamientos.

Ana María Romo, Lupita Medina y Bibiana Lizardo no pudieron expandirse en sus intervenciones, porque se terminaba el tiempo y les apagaban el micrófono.

Fernanda Salomé se mostró muy nerviosa durante sus intervenciones.
Por su parte Javier Valadez «El Vala», tampoco pudo explayarse, y quien mostró más conocimiento, por los diagnósticos que llevaba y las propuestas, fue Flavio Campos. Para mi, quien mejor actuación tuvo.

Por cierto los ataques de Miriam García hacia Claudia Anaya fueron muy malos. Llevaba un guión para leerlos y se trababa constantemente. No surtieron el efecto deseado.

David Monreal no se salió de su guión. Constantemente señalaba lo «mal que han dejado al Estado,11 años de gobiernos priistas» y, también, culpando de todo al: «¡PRIAN, PRIAN, PRIAN!»