¡SALGAMOS A VOTAR!
“Si votar sirviera de algo sería ilegal”
Emma Goldman
El día viernes por la noche, fui invitado a un convivio con compañeros y compañeras militantes de MORENA, en la reunión tuve el placer de compartir ideas sobre las elecciones, sobre el anulismo y el abstencionismo, sobre la participación ciudadana más allá del ámbito electoral y sobre la función del Estado. Me dio mucho gusto ver a l@s compañer@s felices y satisfechos por los resultados electorales, en los que puede notarse que su partido obtuvo un gran reconocimiento social, pero me dio muchísimo más gusto escucharl@s decir que el voto no servirá de nada si no tomamos las riendas de nuestra propia existencia.
Digo que me da mucho gusto porque, como diría uno de los participantes de la reunión, “el mundo se está cayendo a pedazos y ustedes con sus pendejadas”. Claro que él se refería a los que anularon y a los que nos abstuvimos. Pero botellita de jerez, reviro la pretendida ofensa y aclaro:
Nadie, ni l@s militantes de partidos políticos, ni l@s que se sienten orgullos@s de ejercer su ciudadanía (incluso la radical), ni l@s que participamos de las ideas y los sentires antisistémicos, podemos dar una solución a lo que se viene y que much@s ya llaman una “crisis civilizatoria”; un colapso que no sólo tiene que ver con cuestionar los valores que sustentan a occidente, las instituciones que nos permiten tener relaciones impersonales y las otras, las inmediatas, como la familia, el deterioro del ambiente también cuenta en éste colapso, y habrá de llevarnos a los límites de la irracionalidad.
No es algo nuevo: E. D. Myers, en su libro La educación en la perspectiva de la historia, nos cuenta que “En su caída, las civilizaciones se vieron ante un reto al que ellas, o más bien sus minorías creadoras, no fueron capaces de encontrar una respuesta adecuada…” y nos habla de que el reto proviene de la geografía, de la naturaleza y del mismo devenir social; de la política. Continúa diciendo que “La articulación de la sociedad en cierto número de naciones independientes ‘provoca una guerra intestina in crescendo entre los miembros nominales de un mismo y único cuerpo social; y esa guerra agota las energías de la sociedad antes de terminar en un golpe decisivo en que sólo sobrevive un único estado, tambaleante y malherido, entre los cadáveres de los combatientes…’”
¿No es acaso el estado global el que quedará de pie, herido pero de pie? ¿Y no es acaso una guerra por alimentos, por agua, por medicamentos, la que estamos ya viviendo?
Asa Cristina Laurell, en artículo publicado en La Jornada (jueves 4 de junio de 2015), nos llama la atención sobre el debate que debe darse de manera seria de la Asociación Transpacífica, acuerdo que, según la analista, “añade nuevos instrumentos de poder al poder desmedido de la oligarquía mundial”. La autora nos explica que las negociaciones tienen como finalidad legalizar la ampliación de las patentes; la protección de datos de las farmacéuticas para retardar el registro de medicamentos genéricos; y la obstaculización de la producción estatal de medicamentos genéricos baratos para tratar enfermedades relevantes, entre otras. La dirección general de comunicación social de la secretaría de economía, en comunicado de prensa del 8 de octubre de 2012 nos informa que “México ingresó de manera formal, en calidad de miembro, a la negociación del Acuerdo de Asociación Transpacífica”, negociaciones ultrasecretas que el economista Stiglitz considera una “bomba atómica”.
Greenpeace asegura que “Corporaciones agroquímicas transnacionales como Monsanto, Bayer, Syngenta, Pioneer y Dow Agroscience tratan de controlar la agricultura del mundo, y en particular al maíz, y a través de la promoción de variedades de semillas transgénicas. Los planes de Monsanto son convertir la producción agrícola y alimentaria mundial en un gran experimento genético, totalmente dependiente de sus semillas patentadas.” Las semillas que produce Monsanto, por ejemplo de maíz, están ligadas a la producción de cáncer. Además el glifosato, agroquímico producido únicamente por ésta empresa, según investigaciones de las Universidades de La Plata y Córdoba (Argentina y Colombia), también produce cáncer. Much@s aseguran que al quinto año de sembrar semillas genéticamente alteradas, las tierras quedan infértiles. En 2009 el presidente Felipe Calderón se reunió con Hugh Grant, la cabeza empresarial de Monsanto, y a su regreso desmanteló los únicos dos candados de la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) que habían aislado a México de los cultivos transgénicos (revolucióntrespuntocero.com).
Para finalizar, Raúl Zibechi, en Artículo publicado en La Jornada (viernes 12 de junio de 2015), nos dice que Sao Paulo, mega ciudad brasileña, con 22 millones de habitantes, éste verano tendrá un corte masivo de suministro de agua, debido a que, simplemente, se acabó. “Ante una situación tan grave como ésta, el Comando Militar Sureste se viene movilizando, realiza debates y movilizaciones militares. No para proveer agua a la población, sino para prevenir el caos social ante una posible corte de agua… El 27 de mayo un comando de entre 70 y 100 militares armados con ametralladoras ocupó las dependencias de la compañía Sabesp (Saneamiento Básico de Sao Paulo) previendo ‘una eventual necesidad de ocupación en caso de crisis’…El 28 de abril, el Comando Militar organizó un debate destinado a un público de oficiales, soldados y ‘profesores universitarios simpatizantes de los militares’… El objetivo era trazar un panorama técnico, político y social sobre la crisis hídrica. La crónica señala que la posibilidad de un corte de agua “provoca escalosfríos en la cervical del establishment del estado’, que los militares consideran que la población ideal debería ser de sólo 4 millones y que el conglomerado urbano puede quedarse sin agua a partir de julio de este año.”
Pero no vayamos tan lejos, en Calera, Zacatecas, contamos con el manto acuífero La Joya, el más “puro” del estado y mismo que está consumiendo la Corona, mientras que en la colonia Luis Donaldo Colosio las madres se movilizan porque el agua que les surte la presidencia municipal les provoca erupciones en la piel, ya que no cuenta con ningún tratamiento.
Entonces, ¡Salgamos a votar¡