VOLTEAR A VER A L@S ZAPATISTAS: GANAS DE DIALOGAR
Francisco González Romo
A Gustavo y al Rebozo
En “política” existen temas que, aunque de dientes pa’ fuera digamos que son el pan de cada día, cuando son tocados en la sobremesa, en la cafetería, en el partido o en la escuela, pisan cayos por doquier: el feminismo y las cuestiones de género, el anarquismo y el zapatismo son tres ejemplos de ideas y sentires que la gran mayoría de la gente, en algún momento no queremos tocar.
Al feminismo y a las cuestiones de género se antepone invariablemente la idea (por lo regular de los hombres, pero también de muchas mujeres), de que las féminas son incapaces de interpretar un mundo hecho por, para y con los varones, por lo que toda idea proveniente de sus observaciones (de ellas) es imprecisa, vaga e inmadura; el anarquismo siempre ha sido para much@s un invento más del capitalismo para mantener a aquellas personas, que también se consideran incapaces de interpretar un mundo de “adultos maduros”, alejadas de la “participación política”, que por ninguna razón, según sus detractores, debe de salir de los límites impuestos y mantenidos a base de mil redes de control y represión (mecanismos verdaderamente complejos) por el Estado; el zapatismo es un tema “escabroso” para la mayoría de la gente, siempre pretende rehuirse porque l@s compas (como se dicen ellos y ellas) intentan forjar y mantener una nueva ética, que no nos resulta nada fácil comprender y mucho menos vivir: l@s zapatistas intentan conseguir que el poder deje de intervenir en los procesos cotidianos de la formación de individu@s autónom@s, es decir, apuesta por que hombres y mujeres sean capaces de dialogar y resolver los retos cotidianos que se les presentan (de naturaleza social o natural) sin que la política de “arriba” reprima sus iniciativas que, para no dejar de decirlo, siempre son legítimas.
Los argumentos que se oponen a la “nueva política” zapatista son muy variados y pintos, aquí citaré algunos:
- Las condiciones geográficas, es decir climáticas, hidrológicas, orográficas, etc.
- Su condición de grupo originario, es decir, su consciencia de ser un grupo ninguneado, perseguido y aniquilado por el poder desde siempre;
- Sus usos y costumbres, que l@s acercan más a una vida comunitaria;
- Su falta de preparación.
Estos argumentos en contra son válidos y deben ser tomados en cuenta. Pero no deben verse como un obstáculo para entablar el diálogo: la tolerancia (virtud democrática), sólo se da cuando hay una tensión entre razonamientos; se habla, se escucha, se reflexiona, se responde mientras el otro o la otra escucha. Si no existe esta tensión, este “disenso racional persistente” (Habermas), simplemente no hay diálogo, no hay humanidad. Para entablar el diálogo, aquí van mis argumentos, mis opiniones personales:
- Las condiciones geográficas, es decir climáticas, hidrológicas, orográficas, etc.; l@s detractores del neozapatismo (como lo llaman algún@s) aseguran que en un lugar como Zacatecas no es posible recuperar la soberanía alimentaria debido a los climas áridos de por acá, pero en la actualidad existen técnicas de cultivo para que la producción de alimentos sea mayor y sin necesidad de recurrir a semillas modificadas genéticamente ni a fertilizantes químicos. Además, Zacatecas cuenta con regiones como San José de Lourdes que tiene 120 pozos de 8 pulgadas (misma cantidad que tiene en su poder Peñasquito) o Valparaíso, que también cuenta con cuencas enormes;
- Su condición de grupo originario, es decir, su consciencia de ser un grupo ninguneado, perseguido y aniquilado por el poder desde siempre: l@s detractores dicen que ell@s y no nosotr@s, son los que necesitan quitarse las cadenas de encima, ignorando que también a nosotros nos esclavizan, nos ningunean y nos exterminan;
- Sus usos y costumbres, que l@s acercan más a una vida comunitaria: much@s creen que esto es un obstáculo para nosotr@s, l@s que no somos zapatistas; no se dan cuenta de que, según este ejemplo, la vivencia de una moral distinta, de una ética para nosotr@s nueva, sí puede llegar a ser tan generalizada, puede llegar a ser reflejo y referente de una sociedad.
- Su falta de preparación: muchos y muchas creen que “es de gentes ignorantes su aventura”, pero l@s zapatistas cuentan con su propio sistema de educación, que responde a sus necesidades, que no desdeña el saber científico, sino que lo atesora como un bien “público”, de todos y todas –jamás una mercancía. Para ellos, ellas y elloas (así se dicen en sus comunicados), la ciencia no sirve para dominar a la naturaleza, sino para hacer más pacífica nuestra interacción con ella; creen en el profundo diálogo que tenemos todos los seres vivos con la madre tierra, y saben que el amor es aquello que nos une con todo lo demás -y amor implica cuidado.
Cuando muchos miembr@s del movimiento #YoSoy132, tuvimos contacto por primera vez con el zapatismo, me atreví a asegurar que sería soberbio creer que los y las zapatistas no podrían enseñarnos algo, pero sería tonto creer que podrían enseñarnos todo. Aún lo creo. Ellos y ellas lo dicen a cada rato: no queremos que se reproduzca nuestra realidad, queremos que imaginen una propia y la construyan. El llamado aquí es a la imaginación y al diálogo. Pero partiendo de una actitud, aquella de querer ser partícipes y dueños de nuestras propias vidas.
El gran amigo Gustavo (Esteva) nos decía: “comencemos por cambiar los adjetivos por los verbos: no buscamos salud, buscamos sanar; no buscamos educación, buscamos saber; no buscamos alimentación, buscamos comer.”
Fotos: archivo: www.zacatecaswebnews.com Ricardo Reyes 10/Nov/2006
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